Si estás considerando cambiar tu piscina de agua dulce a salada, en Piscinas Gonzaina te ayudamos a entender el proceso. Descubre los pasos necesarios, sus ventajas y desventajas, y cómo mantenerla en perfecto estado.

Pasos para Convertir tu Piscina de Agua Dulce a Agua Salada

  1. Adquiere un clorador salino de calidad
    En Piscinas Gonzaina, ofrecemos cloradores salinos adaptados a cualquier tipo de piscina. Este equipo es fundamental, ya que convierte la sal en cloro de manera automática.
  2. Limpia tu piscina antes del cambio
    Asegúrate de eliminar cualquier residuo químico o suciedad del agua y las paredes. Esto garantiza un inicio limpio para el nuevo sistema.
  3. Calcula y añade sal a la piscina
    Utiliza sal específica para piscinas. Lo habitual es añadir entre 3 y 5 kg por metro cúbico de agua. Distribuye la sal uniformemente y permite que se disuelva por completo.
  4. Instala el clorador salino
    Conecta el clorador al sistema de filtración existente. Si necesitas ayuda, Piscinas Gonzaina cuenta con expertos en instalación que garantizan un funcionamiento óptimo.
  5. Activa el sistema y realiza pruebas iniciales
    Enciende el clorador y comprueba que los niveles de salinidad y cloro están dentro de los parámetros recomendados.

Ventajas de las Piscinas de Agua Salada

  • Mayor comodidad: El sistema genera cloro automáticamente, reduciendo el trabajo manual.
  • Menos irritación: El agua salada es más suave para la piel y los ojos, ideal para familias con niños.
  • Más ecológico: Al usar menos productos químicos, contribuyes al cuidado del medio ambiente.

Desventajas de las Piscinas de Agua Salada

  • Costo inicial elevado: La inversión en un clorador salino puede ser significativa.
  • Posibles daños por corrosión: La sal puede deteriorar materiales como metales o componentes no tratados.
  • Monitoreo constante: Aunque es más automatizada, requiere ajustes regulares en los niveles de sal y pH.

Mantenimiento de Piscinas de Agua Salada

  1. Control de la salinidad
    Verifica semanalmente los niveles de sal, que deben estar entre 3,000 y 4,000 ppm.
  2. Limpieza del clorador
    Elimina depósitos de calcio regularmente para evitar obstrucciones y asegurar un rendimiento óptimo.
  3. Equilibrio químico del agua
    Mide el pH, la alcalinidad y la dureza del agua para prevenir problemas como incrustaciones o agua turbia.
  4. Añade sal cuando sea necesario
    El lavado de filtros o las lluvias pueden diluir la sal; reponerla a tiempo es clave para mantener el sistema.

Por qué Elegir Piscinas Gonzaina para cambiar tu piscina de agua dulce a salada?

En Piscinas Gonzaina, somos expertos en instalaciones y mantenimiento de piscinas de agua salada. Ofrecemos productos de alta calidad y un servicio personalizado para garantizar que tu piscina sea funcional, segura y sostenible.

¿Listo para transformar tu piscina? Contacta con nosotros y disfruta de las ventajas de una piscina de agua salada con el respaldo de profesionales.